Aprendo Explorando, Construyo Creando!

Generamos ambientes donde los niños pueden aprender a través de vivencias cotidianas, mientras reciben un trato basado en el respeto; pues queremos ofrecer un ambiente favorable y de motivación para crear una convivencia armoniosa para el desarrollo de la comunicación, el trabajo en equipo, la confianza, la creatividad, el liderazgo, y la autoestima.
El Jardín Infantil Grandes Exploradores es una institución de carácter privado, cuyo proyecto pedagógico se inspira en la metodología de María Montessori y Reggio Emilia con el objetivo de proveer un ambiente preparado, ordenado, estético, simple y natural donde cada elemento tiene su razón de ser en el desarrollo de los niños y niñas, promoviendo la socialización, el respeto y la solidaridad, este ambiente ofrece al niño oportunidades para asumir un rol a través de la observación y la exploración, con materiales concretos diseñados para enfrentar el mundo y para desarrollar habilidades cognitivas básica.
El maestro será un observador y un guía que permitirá al niño pensar, sentir, elegir, decidir y actuar por sí mismo.
- Fomentar y fortalecer una educación enfocada en el desarrollo integral del niño en todas sus dimensiones y habilidades por medio de la exploración a través de sus sentidos, incentivando su independencia y autonomía para realizar sus propias creaciones.
- Ofrecer a los niños y niñas procesos educativos basados en la filosofía Montessori y Reggio Emilia.
- Contribuir al desarrollo integral de los niños dentro de ambiente de valores morales y de convivencia armónica en el respeto mutuo.
- Ofrecer un ambiente educativo que permita el desarrollo de las diferentes inteligencias múltiples.
- Brindar rincones educativos basados en artes plásticas, música, lenguaje, matemáticas y desarrollo físico sensorial que le permitirán al niño adquirir nuevos conocimientos.
- Promover espacios donde el aprendizaje surja de manera natural por medio de la exploración.
- Formar niños de manera integral con la capacidad de construir un pensamiento crítico y transformador respetando el ritmo de cada uno al igual que sus gustos y habilidades.
- Establecer parámetros de convivencia que guíen el comportamiento de los educandos, docentes y de la comunidad educativa, con el fin de brindar un ambiente propicio para el desarrollo de la personalidad que favorezca el respeto, la autonomía, la responsabilidad y compromiso con las normas apropiándose de los deberes y derechos para con el Jardín Infantil Grandes Exploradores.
- Formar un niño capaz de amar, recibir y ofrecer afecto con deseo de comunicarse con los demás de integrarse y establecer relaciones en nuevos contextos sociales.
- Influir positivamente en las relaciones interpersonales y hacer del colegio un ambiente sano, productivo y gratificante para la comunidad educativa.
- Autodisciplina: es la capacidad para fijar una meta realista, resistiendo a la tentación de hacer cosas que lastimen a otras personas o a nosotros mismos; requiere de saber cumplir con las promesas y los compromisos que hemos hecho, le ayuda al niño(a) a formar un carácter firme porque exige de persistencia y poder cumplir con su compromiso, demorando el placer o recompensa inmediata con el fin de alcanzar una satisfacción. También incluye saber manejar emociones como el coraje y la envidia, y desarrollar la capacidad para ser pacientes, ayudando a los niños(as) a regular su comportamiento y les da la fuerza de voluntad para tomar buenas decisiones y saber escoger bien.
- Autonomía: formar niños y niñas dueñas de sus decisiones, impulsos, iniciativas y renuncias; saber lo que quieren, lanzarse a conseguirlo teniendo en cuenta a los demás, pero sin dejarse someter o manipular.
- Compromiso: Poner en juego nuestras capacidades para sacar adelante todo aquello que se nos ha confiado y nuestra conciencia ha aceptado; un niño(a) comprometido(a) es aquel que cumple con sus obligaciones haciendo un poco más de lo esperado hasta llegar al grado de sorprender, porque vive, piensa y proyecta sus energías para sacar adelante todo aquello que su reflexión le dicta.
- Diálogo: Una de las más sorprendentes facultades de los seres humanos, es la posibilidad de comunicarse y darse a entender; para ello contamos con distintos recursos como nuestro idioma (lenguaje verbal), pero también con el lenguaje no verbal (gestos y expresiones corporales), estos recursos nos permiten manifestar nuestras ideas, deseos e intenciones y conocer los de los demás. El valor del diálogo consiste en pensar con inteligencia y cuidado lo que vamos a decir, en abordar temas importantes para nuestra vida, escuchar atentamente a los otros y hacernos oír por los demás; las metas más importantes del diálogo son la paz, la concordia, la comprensión y la solución de conflictos.
- Dignidad: hace referencia a ese ser único en el universo, capaz de conocer, valorar y amar la realidad en la que vive; es un valor inviolable e intangible de la persona, es un derecho fundamental e inherente al ser humano porque es un ser racional que posee libertad y es capaz de crear cosas. Esto quiere decir, que los niños(as) pueden modelar, cambiar y mejorar sus vidas ejerciendo su libertad y por medio de la toma de decisiones. Asimismo, la dignidad se basa en el respeto y la estima que una persona tiene de sí misma y es merecedora de ese respeto por otros porque todos merecemos respeto sin importar cómo somos; por lo tanto, cuando reconocemos las diferencias de cada persona y toleramos esas diferencias, la persona puede sentirse digna, con honor y libre.
- Gratitud: es la actitud de corresponder por la ayuda que se ha recibido, ninguna persona puede ser feliz en forma aislada, todos necesitamos de los demás. La gratitud no sólo se manifiesta a quienes se les hace un favor; sino debe expresarse a toda persona que requiera la atención de uno, los niños(as) que poseen este valor, están dispuestos a ayudar y retribuir con acciones o palabras lo que antes le brindaron, ya sea de forma equivalente o con un poco más de lo recibido, por simple gusto o satisfacción personal.
Los valores humanos son inherentes a nuestra condición humana y los tenemos por el hecho de ser personas. Éstos entrañan compromisos que debemos conocer para asumirlos.
La formación en valores es un ejercicio de principios que se efectúa permanentemente en la cotidianidad, tiene que ver, con incorporar prácticas y actitudes que den paso al cumplimiento de derechos y responsabilidades de las personas.
El Proyecto Educativo Institucional define estrategias y mecanismos que garanticen la consecución de principios a través de la formación en valores.
Algunos de los valores son:
- Amor: es comprender, servir, dar, compartir, querer, respetar y convivir. A través del amor podemos compartir cosas buenas con quienes nos rodean. No sólo sentimos amor por nuestros padres, sino también por nosotros mismos, por nuestros semejantes y por el medio ambiente que nos rodea.
- Amistad: es uno de los valores más importantes a desarrollar en la educación de los niños. Se trata del afecto personal, puro y desinteresado, compartido con otra persona, que nace y se fortalece mediante las interrelaciones entre los seres humanos.
Las habilidades sociales son básicas para relacionarse plenamente en sociedad. Enseñar a los niños, por lo tanto, a cultivar las relaciones sociales, a hacer amigos, cuidarlos y mantenerlos, es fundamental. Es importante porque sus amigos son sus iguales, de ellos aprenden cada día, son compañeros de juegos, de experiencias y confidencias. - Autoestima: es la forma en que el niño se auto aprecia o las diversas maneras como el niño se percibe a sí mismo en la sociedad o en el entorno. Si las emociones con las que ha estado rodeado han sido positivas es muy probable que el mensaje sea positivo, pero si por el contrario el niño ha recibido mensajes negativos sobre su persona y sobre las cosas que hacen lo más probable es que su autoestima este en bajos niveles lo que hará que el niño se sienta inferior y en condiciones emocionalmente débiles.
- Honestidad: constituye uno de los valores más importantes en la formación de la personalidad del niño(a) al ser la base de relaciones personales en las que la proyección hacia el otro implica un afecto personal desinteresado, y un respeto que se fortalece a través de las mismas interrelaciones. Para desarrollar la honestidad en el niño(a) es preciso formar nociones, conocimientos, habilidades, emociones, vivencias, sentimientos, que los preparen para una conducta honesta. El saber que se puede o no se puede hacer, y que conducta es buena, asimismo conocer porqué un comportamiento honesto logra buenos amigos y un reconocimiento moral, es básico para desarrollar este valor en los niños.
- Respeto: Es la base de la convivencia, es un valor muy importante que inculcar a los niños para que aprendan a relacionarse con los demás.
- Responsabilidad: Educar niños y niñas responsables es una tarea a largo plazo y requiere dedicación. Para fomentar el sentido de la responsabilidad es recomendable empezar formándoles poco a poco en el compromiso, intentando que desde pequeños los niños se encarguen, dentro de sus posibilidades, de pequeñas tareas como recoger sus juguetes, llevar su lonchera, etc. Los adultos, madres, padres y docentes somos sus personas de referencia, por lo tanto, debemos actuar responsablemente para educarles con el ejemplo.
- Solidaridad: se puede definir la solidaridad como la toma de conciencia de las necesidades ajenas y la voluntad de ayudar para cubrir esas necesidades.
El valor de la solidaridad enseña a los niños a trabajar en equipo, a compartir, ceder, respetar y convivir con otras personas, evitando el individualismo y el egoísmo. Los niños no nacen solidarios; la solidaridad se enseña a los niños a través de muchas formas y en distintas situaciones de la cotidianidad. - Tolerancia: aceptación de la diversidad de opinión, social, étnica, cultural y religiosa; es la capacidad de saber escuchar y aceptar a los demás, valorando las distintas formas de entender y posicionarse en la vida. Es decir, entendida como respeto y consideración hacia la diferencia, como una disposición a admitir en los demás una manera de ser y de obrar distinta a la propia, o como una actitud de aceptación del legítimo pluralismo.